El ajo (Allium sativum) ha sido ampliamente estudiado y numerosos estudios clínicos constatan su acción antiséptica y antibiótica.
El ajo es muy útil en el tratamiento de la otitis externa, pues ésta se produce debido a una infección del oído externo, causada por hongos y bacterias. Suele afectar generalmente a niños que pasan mucho tiempo en el agua y su incidencia se ve incrementada en los meses de verano, que es cuando más disfrutan de los baños en el mar o la piscina. Por esta razón se conoce comunmente como el "oído del nadador" o "mal del nadador".
Cómo preparar un aceite de ajo:

Aceite de ajo para emergencias: también podemos hacer un aceite de ajo calentando en una sarten un poco de aceite y el diente de ajo cortado en láminas a fuego lento. Hemos de ser cuidadosos y no dejar que salga humo o se queme. Retiramos cuando el ajo empiece a coger color y tras dejar que temple echaremos un par de gotas en el oído bien mediante un cuentagotas o bien con un trozo de algodón, tal y como se ha explicado anteriormente. El aceite que nos sobre, si es que nos sobra, podremos guardarlo en un cuentagotas.